martes, 12 de abril de 2011

Michael Tummelhoffer, capítulo 2: Saint Petersburg (1)

Para comenzar nuestra Semana de Autor, y ya que tiene pocos juegos, me parece necesario reseñar la pequeña joyita que es Saint Petersburg, un juego que siempre me había llamado la atención y nunca me había atrevido a comprar, y que por suerte me regalaron en mi último cumpleaños:


- Jugadores: 2-4
- Duración: 60-75 minutos
- Complejidad: Media
- Redacción de reglas: Buena
- Dependencia del Idioma: Ninguna
- Tamaño de las cartas: Euro-Mini
- Editorial: Hans in Glück
- Artista: Doris Matthäus
- Diseñador: Michael Tummelhoffer

En Saint Petersburg nos metemos de lleno en la construcción de cicha ciudad, contratando obreros, levantando edificios y atrayendo a los nobles más influyentes, con el objetivo de acabar con la mayor fama y prestigio. Es decir, que el tema está pegadísimo y podría haber sido cualquier otro.

Diseño y componentes

La calidad de los componentes, como en todos los juegos de Hans in Glück, es bastante alta. El tablero es de cartón bueno y las cartas, la parte fundamental del juego, son de un grosor que no había visto antes en otro juego. Por otro lado, los billetitos que trae (se me ha olvidado ponerlos en la foto) también bastante buenos, mucho mejores que los del Power Grid, por ejemplo, aunque siempre sea mejor jugar con fichas de Poker, ya que es un juego en el que se está cobrando y paganado constantemente.


En cuanto al diseño gráfico, siento decir que bonito no es. La verdad es que Doris Mathäus desde luego no es Michael Menzel ni Franz Vohwinkel, y eso se nota, con unos nobles que bien pudieran ser habitantes de la grecia clásica en algún caso. Los edificios si están mejor, aunque tampoco llega a ser ninguna maravilla. El tablero, si bien es bastante funcional, tampoco es nada bonito, ya que se limita a 16 huecos para cartas. 

En cuanto a la caja, tamaño medio de Hans in Glück; es decir, tamaño Carcassonne. Un poco grande ya que a fin de cuentas, no deja de ser un juego de cartas, aunque tenga tablero. Aún así, no es demasiada molestia. Lo que si que es molestia es tener una caja más grande de la cuenta, con un inserto de plástico en el que no caben las cartas una vez las has enfundado:


Cuando empezaba con este vicio tenía bastantes reparos con estas cosas, pero a día de hoy hay que ser práctico:

Good bye, Lenin.
Mecánicas

La dinámica del juego es bastante fácil, aunque como en otras ocasiones, jugar bien ya es otra cosa muy diferente. En Saint Petersburg hay 4 tipos de cartas:


- Trabajadores (verdes): Nos dan dinero durante el juego.
- Edificios (azules): Nos dan puntos durante el juego.
- Nobles (naranjas): Nos dan dinero y puntos durante el juego, y puntos extra al final de la partida. 
- Intercambio (popurri): Las cartas de intercambio son de los 3 tipos anteriores, y se construyen sobre ellas, sustituyéndolas. (Ejemplo: Una carta de intercambio de edificio tiene que construirse encima de una carta de edificio normal, que se descarta)

En cada turno hay 4 rondas, una para cada tipo de carta. Una de las mecánicas más curiosas del juego es que hay un marcador de jugador inicial para cada fase, que se reparten (al azar) entre los jugadores al comienzo del juego y van cambiando de manos en sentido horario.


Ejemplo. Pepito empieza la ronda de trabajadores, Fulano la de nobles, Mengano la de intercambio y Periquito de los palotes la de edificios: En la siguiente ronda, Pepito empezará la ronda de edificios, Fulano la de trabajadores, Mengano la de nobles y Periquito de los palotes la de intercambio.

Al inicio de cada ronda se rellenan los espacios del tablero hasta que haya 8 cartas sobre él. A partir de aquí comienzan las acciones de los jugadores, que pueden elegir entre 4 posibles:

- Comprar una carta: Pagar su precio y colocarla boca arriba delante de él, aplicando sus efectos para toda la partida.
- Añadir una carta a tu mano: En el caso de que quieras una carta y no puedas comprarla, siempre puedes añadirla a tu mano para construirla después. Puedes tener un máximo de 3 cartas en la mano. 
- Comprar una carta de tu mano: En un turno posterior, puedes pagar el coste de una de las cartas de tu mano como si la estuvieses comprando desde el tablero. 
- Pasar: Pues eso, no hacer nada. 


Se realizan acciones hasta que todos los jugadores han pasado de forma consecutiva. Una vez ocurre esto, se puntúan/cobran las cartas del color correspondiente: si estamos en la fase de trabajadores, se cobra el dinero de las cartas de trabajadores que tenga cada jugador delante de él, etc. 

La única excepción es la ronda de intercambio, al final de la cuál no se cobra nada. Además, al final de esta ronda cambian de manos los marcadores de primer jugador y se hacen un par de ajustes en las cartas que hayan quedado en el tablero.

El juego termina cuando se acaba 1 de los 4 mazos, y se procede con el recuento final, que es de lo más simple:

Puntos extra por los nobles (cuantos más nobles diferentes tengas, más puntos)
1 punto cada 10 rublos que nos hayan sobrado. 
-5 puntos por cada carta que tengamos en la mano.

Conclusiones

Saint Petersburg es un gran juego, sin ninguna duda. Hasta la fecha lo hemos probado 5 personas del grupo y nos ha encantado a todos. Es más o menos rápido de jugar (no mucho más de 1 hora, aunque claro, nosotros tenemos el problema de la herencia genética de la familia Santiago, que puede hacer que se alargue la partida un pelín más...)

Se explica fácilmente pero es un juego difícil de dominar, lo que hace que normalmente si te va mal una partida te deje con ganas de repetir con otra a ver si eres capaz de hacerlo mejor. Hay que estar siempre buscando el equilibro entre ganar puntos o dinero, y siempre pendiente de comprar nobles para evitar que algún jugador se desmarque en la puntuación final.Además, queda muy recogidito en su caja una vez tiras el inserto:


Como pegas, no podemos olvidar que es un juego de cartas, y como tal tiene su factor azar. La verdad es que está bastante controlado con el tema de cogerte cartas a la mano, pero siempre pueden salir unas cartas que te hagan la puñeta como le paso ayer a Víctor. 

Por otro lado, al principio pensamos que era casi imposible remontar una partida, pero las últimas veces que hemos jugado se ha ido demostrando lo contrario, ya que en una partida a 2 Víctor me recortó casi 20 puntos y acabé ganando por 2 puntos gracias al recuento de dinero, y ayer Rubén que empezó fatal acabó comprando varios edificios de los gordos y ganando la partida por otros 2 puntillos.

Mañana hablaremos de la expansión y de alguna otra cosilla más sobre este jueguito, así que estad atentos!

Saludos!

6 comentarios:

  1. Gran reseña y gran juego!!

    Sólo un par de cosas:

    - Yo creo que sí es un juego que se da a las remontadas (simepre que no pierdas por tropecientos puntos, claro)

    - Es tan feo, tan feo, tan feo, que a mí me encanta el diseño y las ilustraciones.

    Juegazoooo!!

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  2. Si, últimamente estamos viendo que hay remontadas épicas como la de ayer, qde llevar más de 15 puntos de desventaja y acabar ganando apurado.

    En cuanto al diseño ya no coincidimos, que a mi me parece bastante feuno jaja.

    Pero mientras sea tan bueno, como si quiere estar dibujado por mis sobrinos de 3 años ;D

    Efectivamente, juegazo!!

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  3. Muy buena reseña Diego. Creía que sería difícil que aumentasen mis ganas por probarlo, pero lo has conseguío, tengo más ganas!

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  4. Oye, solo felicitarte otra vez por esta serie de articulos que me hacen saber mas sobre mi gran aficion, y sobre todo muchas gracias sigue con este animo.

    Sobre el juego, tengo tantisimas ganas de jugar con todas las opiniones positivas que no me aguanto, jejejeje

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  5. Gracias por los comentarios :)

    Respecto a este juego como ves hay más o menos unanimidad Zumba, así que comprarlo es casi apostar sobre seguro.

    Un saludo!

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