jueves, 26 de mayo de 2011

Rheinlander: la reseña

Reseña por Neiban:

Ya iba siendo hora de una reseñita de este juego, y es que, se ha convertido por méritos propios en mi mejor descubrimiento jueguil en lo que va de 2011, y mira que la competencia que he probado ha sido dura...

Portada edición Face2Face

Rheinlander es un juego de Reiner Knizia, publicado en 1999 (qué buena época de este autor), de 3 a 5 jugadores, y con una duración sobre los 45 min, aunque una de sus ventajas tal y como comentaré más adelante es que cuando le tienes cogído el truco lo juegas en 30-35 min.

En cuanto a las ediciones, Rheinlander ha salido al mercado en 2 versiones, una de Face2Face Games (que es la que tengoyo ), y otra de Parker/Hasbro. Los cambios que tienen son básicamente estéticos, que podréis cotejar en esta reseña.

Portada Parker/Hasbro

Una vez que se abre la caja (bastante grande por cierto) nos encontramos con unos componentes de muy grata calidad, compuestos por un tablero muy grandote, 55 cartas, un montón de fichitas de madera en 5 colores, marcadores de cartón de diversos tipos, y las figuras en plástico de los duques. Además del reglamento claro, que por cierto viene en castellano.

¿El tema del juego? Pues se supone que somos duques en disputa por tener más influencia que los demás sobre las fértiles orillas del Rhin. Para ello iremos creando ducados, afianzados sobre prósperas ciudades en unos casos, y/o defendidos por castillos. La iglesia también hará acto de presencia, apoyando a aquellos duques que posean una catedral bajo sus dominios.

Como habréis supuesto, totalmente pegado con Loctite, aunque el tema encaja agradablemente gracias a los componentes (véanse las figuritas de los duques más adelante). El tablero de juego representa obviamente un tramo serpenteante del Rhin. En cada edición el tablero es muy similar pero con una leve variación. Ahí van en primer lugar el tablero Face2Face y despues el Parker/Hasbro.

A priori me parecio más bonito el tablero Parker, por los colores más vivos, pero despues cambié de idea. Y es que en el citado hay problemas de visualización en plena partida, además, hay un cambio considerable que le resta interés al juego, y es que las casillas 29 y 30 no están unidas a las 13-14, mientras que en la versión Face2 sí.

¿La chicha del juego? Rheinlander es un juego de control de áreas con un motor de cartas. Jugar es muy fácil, pero es difícil elegir la mejor opción en cada turno. Cuando éste nos llega, hemos de escoger una de las 5 cartas de nuestra mano, y desplegar un caballero (disco de madera) en el número que hay en la carta. En su lugar, podemos desechar una carta, y poner un caballero adyacente a una casilla en la que ya tuviéramos uno.

Reverso y anverso de las cartas, y la carta de bufón.

Como cada vez que reseño algún juego, no quiero entrar en detalles de las reglas para no aburrir (si es que no lo hago ya :P). La enjundia del juego está en crear más ducados que el resto de jugadores, que sean más grandes y que den más puntos a través de sus ciudades. El tablero cambia en cada partida (los marcadores de cartón varían su posición, como los del Camellos por ejemplo.), y las jugarretas que se pueden hacer para echar a un duque de su ducado aseguran unos piques de alto nivel. ¿No os lo habíais imaginao? Pues si, si no os gustan los juegos de confrontación directa, Rheinlander no es vuestro juego. En éste las wañas alcanzan cotas épicas, los jugadores confabulan, y como pasa en tantos, llorar a menudo es una de las mejores estrategias; como te vean contento van a por ti seguro.

Los reyes del mambo en el juego son los duques: cada vez que consigues poner en el tablero al menos 2 caballeros juntos de tu color, y otro jugador no tiene más caballeros adyacentes, se crea un ducado y puedes reclamar su propiedad, para ello colocas una figurilla de plástico representando al duque. Acertadísimas estas figurillas para ambientar, os lo aseguro. Otro cambio sustancial en las 2 distintas ediciones es que los duques varían. En la Parker/Hasbro están de pie sujetando el casco con la mano, en la Face2 van montaditos en su jaca.

Hay un par de reglas que me encantan y le dan aun más tensión a Rheinlander. La primera juega directamente con el azar y las probabilidades. Y es que si cuando un jugador roba carta (al final de su turno) la que le toca es la carta del bufón (que sólo hay 1) se vuelve a barajar lo que quedaba de mazo de robo con el de los descartes, por lo que una carta que ya se había jugado puede volver a tocarle a otro jugador (y como le toque, te puede jorobar y mucho ;D). La segunda regla es que aquél jugador que controle en sus ducados más catedrales tendrá el favor del arzobispo, que da más puntos a final de partida, y durante ella puede ejercer el poder de la conversión, y transformar un caballero enemigo en propio (esto a su vez puede hacerle perder a dicho jugador la posesión del ducado claro, toma jodienda!).

Figuraca del Arzobispo (sí, las reminiscencias fálicas son normales)

El número de jugadores en Rheinlander está muy bien adaptado. Según cuantos jueguen, los jugadores empezarán con un número mayor o menor de caballeros. Lo he jugado a 3, 4 y 5, y ha ido genial en cada caso. Si bien cuantos más es algo más caótico, pero yo lo prefiero, pues también es más divertido y los frentes que llevar pa´lante agobian una barbaridad.

Y como decía al principio, cuando todos saben jugar a Rheinlander, las partidas son muy fluidas y duran entorno a los 30-35 min, por lo que suele dejar ganas de repetir. Ahora, un par de imágenes de partida (sacadas de bgg):

El motivo de pugna siempre serán estos marcadores de cartón, representando ciudades (de 2, 3 o 4 puntos), castillos y catedrales.

¿El final del juego? Pues muy "a lo Knizia". Se acaba en cuanto un jugador ha colocado su último caballero en el tablero; es el momento del recuento. Se determina el valor de cada ducado, y se dan los puntos al dueño del ducado. Las puntuaciones, de nuevo muy made by Knizia, suelen ser muy ajustadas, decididas por pequeños matices. Otro detallito que me encanta es que a mitad de juego, si te echan de un ducado, recibes una compensación "económica" por perder el dominio. Estos puntos los pones boca-abajo, son secretos durante el resto de la partida, y al final te los sumas a los generales. Y se pueden dar grandes sorpresas gracias a esta regla.

En resumen, que Rheinlander me parece un juegazo de confrontación directa. Tiene 2 de los factores que más me gustan en los juegos de mesa hoy dia, que se juega rapidito, y que se pueda hasta 5 jugadores (y va fenomenal a este número!). Por supuesto, el juego siendo tan rápido ha de tener su buena dosis de azar, pero éste se va compensando, además que en estos juegos la diplomacia pesa muuuucho más que el azar. Si os gustan juegos con sabor a tortas como el Smallworld, Rheinlander seguramente os encantará. Una lástima que apenas se haya hablado de este juego en lugares como labsk.  Dadle una oportunidad si podéis, que la merece.

Y eso es todo. Espero no haberos aburrío y que os hayáis hecho una idea del juego. Un saludo jugones!

martes, 3 de mayo de 2011

Age of Empires III: primeras impresiones

En el último pedido a Alemania nos hicimos con un par de Age of Empires III, un juego con muy buena fama, pero por desgracia con un precio prácticamente prohibitivo, a pesar de la maravilla de componentes que trae (sobre todo las moneditas de plástico, que me encantan)


El cofre del tesoro; dándole estilo al juego

Llevamos dos partidas, una a 4 jugadores y otra a 3, y lo cierto es que el juego es muy bueno, mezclando muy bien mecánicas de mayorías con colocación de trabajadores, y todo ello unido a una sobreproducción tremenda, pero que le da un puntillo muy agradable a la hora de jugarlo. 

Básicamente, en la parte derecha del tablero tenemos los diferentes espacios donde podemos colocar a nuestros trabajadores; según donde los pongamos, realizaremos una u otra acción, la historia de siempre.  Podemos cambiar el orden del turno, comprar mercancías, comprar edificios, enviar colonos al nuevo mundo, realizar expediciones de exploración, contratar especialistas y, muy importante, ir a la guerra!


En el lado izquierdo, tenemos las colonias, que nos darán puntos de victoria según mayorías (6 puntos para el primero, 2 para el segundo. La puntuación se realiza 3 veces durante la partida, al final de las rondas 3, 6 y 8. 

Poco a poco van llegando más conquistadores 
desalmados al nuevo mundo

Y aparte de las colonias y la guerra, es muy importante también la economía, a base de hacernos con diferentes tipos de mercancías que nos darán dinero en todos los turnos y unos buenos puntos en la puntuación final.


Llevamos como digo dos partidas con muy buenas impresiones. Lo que más me gusta es que hay muchas formas de hacer puntos de victoria, y por tanto muchas estrategias posibles. Eso sí, en las dos partidas los jugadores más belicosos han quedado últimos, por lo que no parece ser la mejor de las estrategias.Además, es de esos juegos en los que siempre te faltan acciones.

Por otro lado, es un juego para jugones; las partidas son largas y hay que darle al coco, aunque tampoco es de los que te deja con dolor de cabeza; una vez sigues una estrategia, las opciones son más o menos claras, o no hay demasiado análisis-parálisis. A pesar de ello, las partidasdifícilmente veo que puedan bajar de 2 horas.

Si queréis saber de que va esto con más detalle, podéis echarle un ojo al blog de nuestro amigo Mr.Meeple.

Saludos!

domingo, 1 de mayo de 2011

Thebes: a pico y pala

Hoy vamos a dedicarle unas palabritas a un juego que conocí de vista cuando empecé con este vicio malo de los juegos de mesa, pero que entre una cosa y otra, no llegó a mi colección hasta el mes pasado y no sin dificultades: subidas repentinas de precio y otros divertimentos variados. El juego en concreto es Thebes, o Die Jenseits von Theben, ya que mi edición está solo en alemán:


- Jugadores: 2-4
- Duración: 60-75 minutos
- Complejidad: Baja
- Redacción de reglas: Buena
- Dependencia del Idioma: Ninguna
- Tamaño de las cartas: Euro-Mini
- Editorial: Queen Games
- Artista: Michael Menzel
- Diseñador: Peter Prinz

Temática

En Thebes, nos meteremos en la piel de unos cuantos arqueólogos a principios del siglo XX en una carrera por descubrir (y expoliar, todo sea dicho) los tesoros de Grecia, Egipto y Oriente Medio. ¿Conseguiremos revivir los descubrimientos de Schliemman o Howard Carter? Así explicado, bien podríamos estar hablando de un típico eurogame estilo Knizia, con el tema pegadísimo, pero no; si por algo brilla Thebes, es por su temática.

El señor Carter descubriendo a Tutankhamon

Conocí este juego cuando estaba en primero de carerra (Historia, como sabéis muchos), y precisamente tenía un par de asignaturas llamadas "Arqueología griega y helenística" y "Arqueología del Próximo Oriente y Egipto", y lo que me enamoró de Thebes es que no luchamos por descubrir fichas de colores con puntos de victoria impresos, sino por descubrir la Venus de Milo, la tumba de Tutankhamon, los manuscritos del Qunrám o el Código de Hammurabi.Y para eso el juego incluye una pequeña hoja explicativa de cada uno de los descubrimientos, que veis en la imagen:


Aún así, Thebes puede jugarse como cualquier eurogame, sin hacer puñetero caso a la temática, pero si os gusta el asunto, os aseguro que disfrutaréis de las partidas como un niño, preguntando a los lugareños por la zona en busca de alguna pista, o estudiando libracos en la biblioteca intentando hallar la posición exacta de la antigua Troya. Para mi es sin duda la gran virtud de este juego.

Diseño y componentes

Como en todos los juegos de Queen Games, los componentes son más que excelentes. La caja es un poquito grande, y la textura de las cartas un poco extraña, pero el resto es una pasada:


Por otra parte el diseño gráfico también me parece excelente; y es que Michael Menzel me parece sin duda uno de los mejores ilustradores que hay hoy día, y un juego firmado por él es un gran diseño 100% seguro.  El tablero es sencillo pero efectivo, con unos colores muy apropiados a mi juicio. Y luego tenemos esas fantásticas bolsas de tela para cada uno de los 5 puntos de excavación y sus hallazgos correspondientes. 

Esto son bolsas de tela bonitas, y no las del Fresco

La caja como no podía ser de otro modo en un Queen Games, es un pelín grande, y el inserto un pelín inútil, pero al menos caben todas las cosas dentro, no como en el Dschunke.

Mecánicas

No pocas veces hemos probado un juego nuevo y hemos dicho "pues se parece a este" o "me recuerda a este otro". Pues bien, otro de los puntos fuertes de Thebes son sus mecánicas, que para mi gusto aportan un punto de frescura y originalidad que hace que las sensaciones al jugarlo no te recuerden a ningún otro juego (al menos a mí)

Tablero sencillo pero funcional

El juego es bastante sencillo y tu turno se limita a mover tu peón de personaje por el tablero y realizar 1 de las acciones posibles, que básicamente son dos:

a) Coger una carta
b) Realizar una excavación. 

a) Coger una carta

Dentro de la primera opción, tenemos dos tipos de cartas, las cartas de investigación y las exposiciones.

 El jugador amarillo puede coger la carta con 
3 libros morados gastando 4 semanas

Las primeras incluyen muchos tipos de carta: libros con conocimientos sobre una zona concreta, libros de conocimientos generales, vehículos para aligerar nuestros movimientos, herramientas de excavación, rumores de los lugareños... Para coger una de esta carta basta con movernos a la ciudad y gastar el número de semanas indicadas en la carta.

Espera un momento ¿gastar semanas? Sí, efectivamente. Y es que Thebes tiene un curioso sistema de turnos. El track alrededor del tablero no es un track de puntuación sino de tiempo, con las 52 semanas del año, por donde avanzaran nuestros marcadores de tiempo.

 Es el turno del jugador verde

El jugador en turno será siempre aquel cuyo marcador de tiempo este más retrasado, de modo que las mejores cartas cuestan muchas semanas, y posiblemente te dejen un rato sin jugar y darán a tus rivales la oportunidad de conseguir varias cartas de menor valor. Cuando todos los jugadores hayan finalizado el año 1903, se acabará la partida, por lo que hay que administrar muy bien nuestro tiempo.

Además de las cartas de investigación, hemos dicho que hay también exposiciones, que se cogen exactamente igual que las otras, sólo que estas otorgan puntos de victoria, y para hacerse con ellas es necesario tener una serie de objetos de localizaciones determinadas.

 Si tenemos un objeto de Mesopotamia, dos de Creta y tres de Grecia, 
podemos ir a Viena y realizar una exposición durante 4 semanas.

b) Realizar una excavación

La otra acción que podemos realizar consiste en meter el pico y la pala en cualquiera de los 5 lugares de excavación e intentar expoliar todo lo que se pueda. Y sí, como habréis adivinado, es la principal forma de conseguir puntos de victoria. 

¿Qué país vamos a expoliar hoy?

Una vez te has movido al lugar de excavación, tendrás que contar los conocimientos sobre ese lugar que tienes gracias a tus cartas de investigación (libros, rumores...) y decidir cuantas semanas vas a pasar excavando, entre 1 y 12. Y ahora es cuando entran en juego las fantásticas ruedecitas que habéis visto en la imagen con los componentes:


Cada rueda nos indica cuantas fichas de la bolsa podremos sacar según nuestros conomicientos y las semanas que excavemos. ¿Será rentable perder mucho tiempo en una excavación? Porque amigo, en las bolsas de excavación además de grandes tesoros te espera también la arena del desierto, en forma de fichas vacías.


Dicho todo esto, tenemos nuestros libros, nuestras palas y nuestros mapas, así que manos a la bolsa!



Y ahora, si has tenido suerte, habrás encontrado algún fantástico tesoro o posiblemente varios, y si no, estarás con la arena en las narices, arena que por cierto volverá a la bolsa. Es decir, que cuanto más se excave, quedará en la bolsa más arena y menos tesoros, por lo que excavar de los primeros es importantes si no quieres encontrártelo todo expoliado cuando llegues.

Y además, cuando excavas en un lugar, agotas tu permiso de excavación, y no podrás volver a hacerlo allí hasta el año próximo.


En resumen, que entre una cosa y otra, la decisión de donde excavar, cuando excavar, y cuanto tiempo excavar, es algo realmente peliagudo y sobre todo, muy divertido.

Conclusiones

Thebes es uno de los mejores juegos familiares que he jugado nunca. Es azaroso en las cartas que van saliendo y en las excavaciones, pero lo normal es que todo el mundo tenga una suerte similar, y yo gané la última partida con una excavación de 8 fichas de arena en Egipto. 1, 2 o 3 puntos difícilmente decidirán una partida. 

Como he dicho, Thebes tiene un gran diseño gráfico y componentes, unas mecánicas frescas, divertidas y originales y una temática muy bien elegida y que encaja a la perfección con las mecánicas y, a mí al menos, me hace meterme en el papel como el que más. 

En definitiva, Thebes me parece un gran juego, y uno de los mejores que he podido probar este año, junto a Cuba, del que ya hablaremos en otro episodio. 

Saludos!