Tienen que votar al Strasbourg como mejor juego del año por una razón bien sencilla: es de Stefan Feld. Y ya está, para que voy a decir más del juego, no? Sabiendo que es de Feld lo demás sobra... aunque también podría daros un par de razones más y si no fíjense en el pedazo de mujer que aparece asomada a la ventana en la portada del juego....
Bromas aparte, tengo que decir que el Strasbourg es un juego de subastas y colocación de trabajadores divertido y lleno de tensión ya desde la primera ronda. En el juego representamos ricas familias del S. XV que intentan controlar los diferentes gremios existentes en la ciudad y sus respectivos barrios, para así colocar a nuestros familiares en los puestos influyentes de la Corte. -Papá, papá, yo de mayor quiero ir a la universidad de Lovaina....Zas, en to´ la boca!!!! Tú vas a ser lo que yo te diga, es decir, panadero.
Al inicio de la partida se reciben cinco cartas de objetivo, pudiendo escoger con cuántas te quedas, pero ojo, esto es fundamental ya que va a marcar toda tu estrategia y a qué gremios debes pujar, teniendo en cuenta que por cada objetivo que no cumplas te vas a llevar menos tres puntacos. Además y para aumentar la tensión, la influencia en cada gremio sólo se subasta tres veces durante las cinco rondas que dura la partida y sólo pillan cacho los tres primeros que quedan en la puja (en una partida de 4-5 jugadores). Quedar entre los tres primeros en una puja te permite colocar a tus familiares en los barrios gremiales, pagando un coste en monedas y además adquirir mercancías de dichos gremios para venderlas, que es la única manera de obtener dinero. El único problema es que para venderlas también tienes que pujar y sólo el que gana la puja puede vender....por favor, una tila!!!
Por si parecía poca tensión, para las pujas cada jugador cuenta con una baraja de veinticuatro cartas numeradas de 1 al 6 que te tienen que durar toda la partida y carta que uses carta que no recuperas, por lo que tienes que calcular con la precisión de un cirujano. Si a esto le añades que las subastas son a una vuelta y que has de preparar todas las pujas antes de pasar a la fase de subastas, sin saber además a qué van a pujar los otros jugadores y el valor de las cartas con las que lo harán, apaga y vámonos
En definitiva, Strasbourg es un gran juego con mucha interacción entre los jugadores, que logra zambullirte de lleno en las partidas creando una tensión que hasta ahora no había probado en ningún juego. De reglas muy sencillas, es un juego dinámico y muy rápido apto para todo tipo de jugadores. Aunque no lo parezca, es un juego que te permite cometer errores ya que una colocación inteligente de tus familiares junto a determinados edificios de la ciudad o junto a las iglesias, te pueden aportar muchos puntos que te den la victoria.
Sí, yo no me lo pensaría dos veces, votaría al Strasbourg como mejor juego del año y lo votaría por tener un sistema de subastas original, unas mecánicas que encajan a la perfección, por sus componentes de calidad, por ser un juego equilibrado, por su sencillez, por su gran rejugabilidad, por su independencia del idioma, por lo tremendamente divertido que es y porque todos los que lo prueban quieren volver a jugarlo....es que necesitan alguna otra razón??
Pues por si necesitan más razones y quieren saber más del juego pueden consultar esta reseña.
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