Como habíamos anunciado, hoy toca hablar de Stone Age, el segundo eurogame publicado por Michael Tummelhoffer, y que ya reseñamos en su día.
Haciendo memoria, Stone Age es un juego que nunca me interesó lo más mínimo. Para mecánica de colocar trabajardores ya tenía el Caylus, que es un juego que me apasiona, por lo que nunca le había prestado ninguna atención a este sucedáneo, que para colmo gráficamente se parecia al Pilares de la Tierra, que no me gustó nada.
A pesar de estas cosas, Stone Age acabó en mi colección fruto de la casualidad y de un sorteo que hicieron los chicos de Devir en la BSK (gracias otra vez, majetes!). Cuando me tocó, lo primero que pensé fue en venderlo. Sin embargo, antes de eso, me decidí a darle un tiento y jugar un par de partidas.
Devir Fanboy
Tras ellas, mi opinión empezó a cambiar. A mí no me había parecido un juego normalito, pero sin embargo había encantado a todo el mundo que había jugado conmigo, hasta el punto de que pedían repetir partida. Curiosamente, eran grupos no muy jugones, y era raro que les gustase tanto un juego como este, de gestión de recursos y de duración aproximada de 90 minutos. Por eso, decidí quedarme con él.
Y con el tiempo, poco a poco, mi opinión sobre Stone Age no ha hecho más que mejorar. Detrás de unas mecánicas conocidas, nos encontramos con un juego muy divertido de jugar, que además es bonito y atractivo a simple vista (el diseño gráfico de Michael Menzel es una maravilla, como casi todo lo que hace) lo que lo hace ver mesa con frecuencia. Por otro lado, para mi es un juego en el que la mecánica encaja como un guante con la temática, y yo me meto completamente en el papel; de hecho, he utilizado el juego para explicar el neolítico a alumnos de 12-13 años y la cosa fue como la seda.
Un juego temático como pocos
Mucho se ha dicho sobre la influencia del azar en este juego... No diré que sea inexistente, pero si diré (aún a riesgo de sonar un pelín pedante) que si juegas con novatos, las posibilidades de apalizarlos están en torno a un 95%. Entre jugadores veteranos si puede influir más el azar, pero hay muchas tácticas que te permiten controlarlo. Por ejemplo, siempre es bueno comprar cartas y cabañas en el turno anterior al que te va a tocar ser jugador inicial, para asegurarte que si sale alguna muy buena, vas a ser el primero en elegir y por tanto te la vas a adjudicar. Stone Age, pese al montón de tiradas de dados, no me parece un juego azaroso ni incontrolable, sino todo lo contrario.
No es país para gafes
Aparte de todo, el juego tiene un par de detallitos que nos encantan a todos, como la cabaña del amor, donde entran 2 y salen 3, como debe ser; una cosa natural, no como la reproducción asexual del Agrícola. Luego también está el ambientador con esencia de mercadillo marroquí que después de casi 2 años después sigue apestando como el primer día. Y además, si no te gusta el juego siempre puedes construir tonterías variadas:
Oh, amor, cabaña del amor...
En definitiva, Stone Age ha pasado de no suscitarme ningún interés a convertirse en un juego muy bien valorado, y al que le tengo bastante aprecio. Es un juego con miga, en el que hay que pensarse muy bien las cosas, pero que entra por los ojos a los no jugones, y es muy táctico con jugadores veteranos. Para mi, ocupa un lugar en mi colección que no tiene ningún otro juego.
Saludos!
PD: Imágenes de BGG.
A mí la primera vez que lo jugué me pareció demasiado sencillo y sin sensación de agobio, por ejemplo, en lo que respecta a la comida. En sucesivas partidas comprobé que el juego se presta a más análisis del que parece en un principio, lo cual mejoró mi opinión al respecto. Ahora lo veo bastante tocho, pues la última partida se nos fue a 3 horas (sí, aunque parezca exagerado, jaja). Como muchos otros euros, los participantes convierten la partida en lo densa que se quiera según los recursos cerebrales que se decida emplear en ella...
ResponderEliminarA mí me ha pasado más o menos igual, y ahora el juego me encanta :)
ResponderEliminarPor poner algún pero (aunque me agrada, y mucho, el juego ahora), a dos nos dio la impresión de que no había puteo en absoluto, y de que la comida no supone en ningún momento un problema. Creo que el número ideal es 4, y ahora con menos gente no me atrevo a sacarlo. ¡Hay que potenciar la competitividad!
ResponderEliminarA mi como más me gusta es a 3, que se tiene más control (te vuelve antes el jugador inicial y se minimiza un poco el azar)
ResponderEliminarAún así me parece jugable a 2 y a 4 igualmente, y si alguien dice de jugarlo nunca pongo pegas.