Crónica cordobesa, 1ªparte: el Festival

Como anunciábamos en las últimas entradas, el domingo nos pasamos por el Festival Internacional de Juegos de Córdoba, con muchos ánimos y ganas de jugar. Este año aunque estuvimos poco tiempo, tenemos un porrón de fotos, por lo que dividiremos la crónica en dos: el Festival por una parte, y las cosas que jugamos por otra. Intentaré ser breve, y que las fotos sean las que hablen.

Como puede verse en estas primeras fotos, si hubo un elemento presente en todo el festival, fué por desgracia el agua. Eso hizo que por la mañana estuviese la cosa poco movida, con los patios vacíos de mesas. Y según me comentó Emilio, el sábado la cosa estuvo mucho más pasada por agua.

Los juegos no obstante no faltaron, con sus dos señoras estanterías en sendos patios: en uno las novedades y en otro el resto de cosas.


A pesar de todo, la cosa se fue animando poco a poco a lo largo de la mañana, con un nuevo paroncillo a la hora de comer.



La zona de prototipos estaba muy animada, con juegos como Náufragos o Anno M, entre muchos otros, aunque por desgracia no tuvimos tiempo de probar ninguno.

La lluvia como podéis ver obligaba a refugiarse en el pasillo, por ejemplo. A media tarde, lo cierto es que el Palacio de la Merced estaba absolutamente lleno de gente.

Por último, también había mucha gente refugiada en el Salón de Actos, compartiendo espacio con los wargames. Por allí pudimos ver a Niko Eskubi, entre otros. Tras un rápido ojeao, la verdad que me quede con ganas de probar el Coral Sea.

A pesar de todo, según comentaba la gente de Jugamos Todos, a pesar de estar la gente muy desperdigada, había casi 50 mesas de juegos más que el año pasado, lo cuál no es una cifra precisamente pequeña. Personalmente, me dió la impresión de que los chicos de Jugamos Todos estaban bastante más saturados que el año pasado, y por ejemplo tenían dificultades para salir a explicar juegos (lo normal es que te lo explicasen en el mismo mostrador)

Y así fue más o menos la cosa. Mucha gente y muchos juegos. Merece la pena ir a Córdoba ya sólo para empaparse del magnífico ambiente jugón que hay. La expedición fue breve, pero desde luego provechosa, ya que catamos bastantes juegos, de los que os hablaremos en una próxima entrada, e incluso pudimos charlar brevemente con Dirk Henn. Espero que las fotos hayan sido mínimamente ilustrativas, y si no, ya queda menos para el año que viene ! :)

Saludos!