Crónica por Neiban:
De nuevo nos dimos cita en el piso de los hermanos Santiago para echar un buen vicio. Sobre las 20:15 ya estábamos allí Lethan, el anfitrión Cristóbal, y yo mismo. Lethan quiso enseñarnos su recién llegado Tricoda, un juego de deducción de Alex Randolph (el mismo jugón creador de Ricochet Robots e Inkógnito) El juego nos parecio a los primerizos de lo más entretenido. Un buen clásico que ha sido afortunadamente reeditado.
Tras el Tricoda, que ganó Cristóbal, quise monitorizarles una partida al Mr. Jack para que lo conocieran. Otro juego de deducción y otra joyita descubierta hace poco. De hecho, la expansión ya está en camino, jeje. Y parece ser que Jack gustó, pues en total se jugó hasta 3 veces en la misma noche, como veremos más adelante.
Acabadas las deducciones, llegó la hora del filler y las risas. Vio mesa el Dobble, un party-game de agudeza visual que pudimos estrenar hace poco. Si bien, anoche lo jugamos con una variante (de entre las 5 posibles que ofrece el juego) que nos parecio divertidísima, ya que en lugar de conseguir cartas del mazo común, lo que has de hacer es encasquetarle las cartas del mazo a los demás jugadores. Es decir, le añade el toque perro, a la par que incesantes carcajadas y mucha malicia.
Mientras lo jugábamos llegó Paola, que se nos unio en una segunda partida al juego, en la que pudimos comprobar la mala leche que traía, pues golpeaba las cartas con tal vehemencia y maldad que nuestros timoratos dedos dudaban en hacerle frente mientras el cristal de la mesa temblaba.
Fue acabar la partida cuando Lethan se tuvo que marchar. De mientras, Cristóbal y Paola jugaban un Mr. Jack, Sagres hacía acto de presencia, y yo me entretenía con la guitarra. Acabada la 2º partida al Jack, le metimos mano los cuatro a Albion.
Albion es un juego de Klaus-Jurgen Wrede, autor de queridísimos juegos como Carcassonne o el Downfall of Pompeii. Este juego se presentó en Essen 2009, pero parece que pasó bastante desapercibido. En cuanto al tema, encarnamos a enviados del emperador romano que viajan a Albion (nombre dado en época romana a Gran Bretaña) para colonizarla. La mecánica es una carrera de gestión de recursos; intentar hacer evolucionar tus emplazamientos civiles hasta el máximo nivel antes que tus oponentes.
De entrada en la explicación el juego puede parecer muy complejo. Son bastantes reglillas (y sobre todo restricciones) El manual del juego me consta que ha echado atrás a más de uno, y quizá por eso haya pasado tan desapercibido. No obstante, una vez explicado, jugar es muy fácil. En tu turno básicamente o mueves + construyes o recaudas materias primas. No entraré en más detalles de las reglas vaya a ser que ya esté provocando bostezos mayúsculos.
La partida de anoche creo que duró una hora y media aprox. (sin contar la ya citada y tediosa explicación de reglas), y sé que a Sagres le gustó mucho (no sé si influye que ganara sobrao, jeje). Para mí era mi 2ª partida; me agradó bastante, la única pega es que quizás hacia mitad de la partida el desenlace fuese bastante poco emocionante, pues el perreo paola-cristobal-neiban hizo que Sagres se nos fuese exageradamente, y ya no pudiéramos cogerlo ni de coña, pero esto fue más bien de la partida en concreto, no del juego. En resumen, recomiendo Albion a todo jugador. No introduce nada nuevo, pero sus mecánicas y posibilidades satisfacerán sin duda a casi cualquier jugón.
Por cierto, en cuanto a componentes, el juego tiene un bonito y amplio tablero, y muy buenas fichas de cartón. Fijaos en la cantidad de fichas que puede llegar a haber desplegadas. El grafismo desde luego es otro de sus atractivos (aunque para gustos, colores, como dicen) :P
Tras hacer de romanos, Cristóbal y Paola se fueron a recoger al aeropuerto a Cristi y Víctor, que venían de su viaje a Pisa. Nos quedamos allí Sagres y yo, y aproveché, por 3ª vez, para enseñar el Mr. Jack. La partida fue rápida, y como aún no llegaba nadie sacamos a mesa el Gemblo. Partida a 2 en la que cada jugador maneja dos colores. Sagres, que jugaba su 2ª partida a este juego, me dio una palizilla, al ganarme por 12 puntos. Me pilló algo distraído, y la lié muchísimo con las piezas rojas. (Él jugaba con azules-moradas, yo con amarillas-rojas).
Ya cuando terminábamos el Gemblo, habían llegado los 4, y claro, cuando llegas de un viaje, con el palizón que son ¿hay algo que supere a una partida de reencuentro con la realidad? Pues no, y allá que se pusieron Cristi y Víctor al lío. Cristóbal y Paola huyeron, y se libraron de la avalancha de souvernirs eróticos que por allí salieron: pasta con forma fálica, delantales impresos con los miembros genitales masculinos al aire, etc, etc. Cómo explotan estos italianos el arte!
El último juego de la noche iba a ser el Finstere Flure. Como en la partida de estreno de la semana pasada, lo jugamos también a 4 jugadores, es decir, cada uno llevando a un equipillo de 4 incautos en la mazmorra huyendo de la abominación hambrienta. Decir que esta vez sí lo jugamos bien, pues en la anterior aplicamos mal una regla de orden de movimiento, y hacía que fuese más fácil escapar.
Anoche se dieron auténticas peloteras y hecatombes, con turnos en los que el monstruo llegó a comerse 5 fichas!. Véase en la foto superior e inferior los barullos formados y la proximidad de la criaturita:Excelente y divertidísimo juego este Finstere. Se juega en unos 45 minutos, y tiene más miga táctica de la que pueda parecer al principio, ya que hay buenas estrategias para captar la atención del monstruo y así te deje en paz otros personajes. La partida la terminé ganando yo, seguido muy de cerca por Sagres.
Y eso fue todo, que no poco precisamente; 6 juegos diferentes en la misma noche! Muy buen vicio y muchas risas. Gracias de nuevo a los anfitriones, y atentos a la próxima...
Un saludo!
De nuevo nos dimos cita en el piso de los hermanos Santiago para echar un buen vicio. Sobre las 20:15 ya estábamos allí Lethan, el anfitrión Cristóbal, y yo mismo. Lethan quiso enseñarnos su recién llegado Tricoda, un juego de deducción de Alex Randolph (el mismo jugón creador de Ricochet Robots e Inkógnito) El juego nos parecio a los primerizos de lo más entretenido. Un buen clásico que ha sido afortunadamente reeditado.
Tras el Tricoda, que ganó Cristóbal, quise monitorizarles una partida al Mr. Jack para que lo conocieran. Otro juego de deducción y otra joyita descubierta hace poco. De hecho, la expansión ya está en camino, jeje. Y parece ser que Jack gustó, pues en total se jugó hasta 3 veces en la misma noche, como veremos más adelante.
Acabadas las deducciones, llegó la hora del filler y las risas. Vio mesa el Dobble, un party-game de agudeza visual que pudimos estrenar hace poco. Si bien, anoche lo jugamos con una variante (de entre las 5 posibles que ofrece el juego) que nos parecio divertidísima, ya que en lugar de conseguir cartas del mazo común, lo que has de hacer es encasquetarle las cartas del mazo a los demás jugadores. Es decir, le añade el toque perro, a la par que incesantes carcajadas y mucha malicia.
Mientras lo jugábamos llegó Paola, que se nos unio en una segunda partida al juego, en la que pudimos comprobar la mala leche que traía, pues golpeaba las cartas con tal vehemencia y maldad que nuestros timoratos dedos dudaban en hacerle frente mientras el cristal de la mesa temblaba.
Fue acabar la partida cuando Lethan se tuvo que marchar. De mientras, Cristóbal y Paola jugaban un Mr. Jack, Sagres hacía acto de presencia, y yo me entretenía con la guitarra. Acabada la 2º partida al Jack, le metimos mano los cuatro a Albion.
Albion es un juego de Klaus-Jurgen Wrede, autor de queridísimos juegos como Carcassonne o el Downfall of Pompeii. Este juego se presentó en Essen 2009, pero parece que pasó bastante desapercibido. En cuanto al tema, encarnamos a enviados del emperador romano que viajan a Albion (nombre dado en época romana a Gran Bretaña) para colonizarla. La mecánica es una carrera de gestión de recursos; intentar hacer evolucionar tus emplazamientos civiles hasta el máximo nivel antes que tus oponentes.
De entrada en la explicación el juego puede parecer muy complejo. Son bastantes reglillas (y sobre todo restricciones) El manual del juego me consta que ha echado atrás a más de uno, y quizá por eso haya pasado tan desapercibido. No obstante, una vez explicado, jugar es muy fácil. En tu turno básicamente o mueves + construyes o recaudas materias primas. No entraré en más detalles de las reglas vaya a ser que ya esté provocando bostezos mayúsculos.
La partida de anoche creo que duró una hora y media aprox. (sin contar la ya citada y tediosa explicación de reglas), y sé que a Sagres le gustó mucho (no sé si influye que ganara sobrao, jeje). Para mí era mi 2ª partida; me agradó bastante, la única pega es que quizás hacia mitad de la partida el desenlace fuese bastante poco emocionante, pues el perreo paola-cristobal-neiban hizo que Sagres se nos fuese exageradamente, y ya no pudiéramos cogerlo ni de coña, pero esto fue más bien de la partida en concreto, no del juego. En resumen, recomiendo Albion a todo jugador. No introduce nada nuevo, pero sus mecánicas y posibilidades satisfacerán sin duda a casi cualquier jugón.
Por cierto, en cuanto a componentes, el juego tiene un bonito y amplio tablero, y muy buenas fichas de cartón. Fijaos en la cantidad de fichas que puede llegar a haber desplegadas. El grafismo desde luego es otro de sus atractivos (aunque para gustos, colores, como dicen) :P
Tras hacer de romanos, Cristóbal y Paola se fueron a recoger al aeropuerto a Cristi y Víctor, que venían de su viaje a Pisa. Nos quedamos allí Sagres y yo, y aproveché, por 3ª vez, para enseñar el Mr. Jack. La partida fue rápida, y como aún no llegaba nadie sacamos a mesa el Gemblo. Partida a 2 en la que cada jugador maneja dos colores. Sagres, que jugaba su 2ª partida a este juego, me dio una palizilla, al ganarme por 12 puntos. Me pilló algo distraído, y la lié muchísimo con las piezas rojas. (Él jugaba con azules-moradas, yo con amarillas-rojas).
Ya cuando terminábamos el Gemblo, habían llegado los 4, y claro, cuando llegas de un viaje, con el palizón que son ¿hay algo que supere a una partida de reencuentro con la realidad? Pues no, y allá que se pusieron Cristi y Víctor al lío. Cristóbal y Paola huyeron, y se libraron de la avalancha de souvernirs eróticos que por allí salieron: pasta con forma fálica, delantales impresos con los miembros genitales masculinos al aire, etc, etc. Cómo explotan estos italianos el arte!
El último juego de la noche iba a ser el Finstere Flure. Como en la partida de estreno de la semana pasada, lo jugamos también a 4 jugadores, es decir, cada uno llevando a un equipillo de 4 incautos en la mazmorra huyendo de la abominación hambrienta. Decir que esta vez sí lo jugamos bien, pues en la anterior aplicamos mal una regla de orden de movimiento, y hacía que fuese más fácil escapar.
Anoche se dieron auténticas peloteras y hecatombes, con turnos en los que el monstruo llegó a comerse 5 fichas!. Véase en la foto superior e inferior los barullos formados y la proximidad de la criaturita:Excelente y divertidísimo juego este Finstere. Se juega en unos 45 minutos, y tiene más miga táctica de la que pueda parecer al principio, ya que hay buenas estrategias para captar la atención del monstruo y así te deje en paz otros personajes. La partida la terminé ganando yo, seguido muy de cerca por Sagres.
Y eso fue todo, que no poco precisamente; 6 juegos diferentes en la misma noche! Muy buen vicio y muchas risas. Gracias de nuevo a los anfitriones, y atentos a la próxima...
Un saludo!
Me alegro que os guste el Finstere Flure, pero por las fotos veo que jugáis sin los teleportadores... y os garantizo que le dan mucha más miga al juego sobre todo a la hora de hacer la puñeta.
ResponderEliminarX-51
Sí, jugamos a la versión básica, pero porque 2 de los 4 que lo jugábamos estaban en su primera partida, y no veíamos bien meterles de sopetón las otras fichas. Yo ya estoy deseando ver los teleportadores en acción, la piedras giratorias, etc.
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