Después de mi ausencia de ayer, ahí va por fin la crónica del miércoles, kedada en la que Neiban, Snagar, Cristóbal (me niego a escribir "laniñademisojos"... ups) y yo, viciamos y nos divertimos de lo lindo, con grandes y auténticos Palazos de los de Zas en toda la boca.
Para empezar y mientras llegaba Snagar, jugamos rápidamente al Adios Amigos, jueguecillo que como ya dije la semana pasada, a mí me parece realmente divertido ;D A Adri y Cristóbal también les gustó bastante (sobre todo a este último...) Victoria para mí, pero la verdad que en estos jueguecillos, da exactamente igual quien gane; lo suyo es reirse un rato y punto.
Una vez llegado el amigo metalero, decidimos empezar por algo ligerito con un TransAmerica, que aunque se jugó bastante en las ELU, nosotros todavía no habíamos tenido oportunidad de jugar una partida completa. El juego la verdad es que gustó muchísimo, pese a la brutal paliza (o Palazo ;D) que nos pegó Snagar, que nos llevó rápidamente a descarrilar a Cristóbal y a mí.
Hay que decir que posiblemente con la expansión Vexation el juego gane muchísimo, por lo que ya estoy tanteando la forma de fabricármela de forma casera, ya que sólo son 18 maderitas.
Y tras esto, decidimos jugar a una de las últimas adquisiciones de Snagar: Dragon Riders. Se trata de un juego de carreras de dragones, en las que además los jinetes tienden a tirarse bolazos de fuego y cosas similares. En definitiva, rápidamente llegamos a la conclusión de que se trataba de Mario Kart: The Board Game. De entrada destacar que, aunque el sistema es curioso, los Dragones tienen una ruedecilla que hace las veces de cuentarevoluciones xD
El juego tiene unos componentes muy bonitos, y las mecánicas son cuanto menos interesantes, aunque tiene un par de reglillas que no terminan de cuajar. Aún así, el juego es bastante entretenido, al menos para 4 jugadores (a 6 seguramente los turnos se hagan un poco lento mientras mueve todo el mundo)
Salimos Snagar y yo primeros, y rápidamente nos comímos un par de bolas de fuego que nos dejaron en la cola de la carrera y con escasas posibilidades de remontada, dejándole a Neiban casi un camino de rosas, aunque justo en la meta estuvo a punto de morir achicharrado por una bolita de Cristóbal. No obstante, en esta ocasión los dados se aliaron con él y le permitieron sobrevivir y cruzar la meta en primera posición.
Al acabar la carrera, recuperamos energía gracias a unos buenos bocatas, y nos dispusimos a jugar al Origo, pero Snagar no terminaba de controlar las reglas, por lo que pasamos y nos dedicamos al Palazzo. Y fué aquí cuando se produjo el gran Palazo de la noche, cuando Neiban casi al final de la partida se dispuso a comprar las fichas que prácticamente le daban la victoria. Sin embargo al revés que en los Dragones, esta vez la suerte se puso de mi parte, slaiendo las dos últimas fichas de fin de partida e impidiendo que Neiban comprase un mojón ;P
Yo llevaba un rato avisando de que el juego se acababa repentinamente, pero aún así el Palazo fue realmente doloroso (para Neiban, porque para el resto la verdad es que resultó realmente divertido xDDD)
Para desquitarnos, nos pusimos con el Roborally, que la semana pasada había sido realmente descojonante. Sin embargo esta partida la verdad es que dejó mucho que desear. No se si sería culpa del circuito, pero estuvimos todo el rato bastante desperdigados y sin muchos daños, pero con las cartas que nos salían no teníamos huevos de tocar las putas banderitas ;(
A pesar de todo, tuvo un momento bastante cachondo cuando por fin conseguimos acercarnos todos a la primera bandera y se formó una buena pelotera de empujones y láseres agujereándote el cerete ;D Al final, tras 3 o 4 turnos de movernos inútilmente, dejamos la partida antes de terminar, pero dimos por ganador a Cristóbal, que era el que estaba más cerca de tocar la 2ª y última bandera.
En fin, que fue un coñazo de partida, y para desquitarnos y no volver a explicar reglas, echamos otro TransAmerica, que nos dejó muy buenos momentos. Por ejemplo, demostramos que no nos gusta marginar a los novatos, como en este caso:
Obviamente, ese azul autista era el pirulo de Cirstóbal ;D La primera partida la ganamos Snagar y yo, ya que el juego no tiene modo de desempatar. En la segunda, Snagar volvió a pegarnos un baño a todos y ganó en solitario.
No obstante, esa paliza fue porque yo me descuide un poco construyendo mi particular Stairway to Heaven ;D
Y después de todo esto, decidimos decirnos adios amigos y matarnos unos cuantos pistoleros antes de largarnos ;P Eran ya las 3 y pico de la mañana y estábamos medio dormidos, pero los desperados mexicanos consiguieron despertarnos a todos y hacer que nos fuésemos con un muy buen sabor de boca. Gran filler, la verdad.
Y esta vez si que nos dijimos de verdad adios amigos y tiramos cada uno para nuestro lado. La próxima, ni idea. Atentos a sus pantallas si no quieren perdérsela!!
Saludoos.
Para empezar y mientras llegaba Snagar, jugamos rápidamente al Adios Amigos, jueguecillo que como ya dije la semana pasada, a mí me parece realmente divertido ;D A Adri y Cristóbal también les gustó bastante (sobre todo a este último...) Victoria para mí, pero la verdad que en estos jueguecillos, da exactamente igual quien gane; lo suyo es reirse un rato y punto.
Una vez llegado el amigo metalero, decidimos empezar por algo ligerito con un TransAmerica, que aunque se jugó bastante en las ELU, nosotros todavía no habíamos tenido oportunidad de jugar una partida completa. El juego la verdad es que gustó muchísimo, pese a la brutal paliza (o Palazo ;D) que nos pegó Snagar, que nos llevó rápidamente a descarrilar a Cristóbal y a mí.
Hay que decir que posiblemente con la expansión Vexation el juego gane muchísimo, por lo que ya estoy tanteando la forma de fabricármela de forma casera, ya que sólo son 18 maderitas.
Y tras esto, decidimos jugar a una de las últimas adquisiciones de Snagar: Dragon Riders. Se trata de un juego de carreras de dragones, en las que además los jinetes tienden a tirarse bolazos de fuego y cosas similares. En definitiva, rápidamente llegamos a la conclusión de que se trataba de Mario Kart: The Board Game. De entrada destacar que, aunque el sistema es curioso, los Dragones tienen una ruedecilla que hace las veces de cuentarevoluciones xD
El juego tiene unos componentes muy bonitos, y las mecánicas son cuanto menos interesantes, aunque tiene un par de reglillas que no terminan de cuajar. Aún así, el juego es bastante entretenido, al menos para 4 jugadores (a 6 seguramente los turnos se hagan un poco lento mientras mueve todo el mundo)
Salimos Snagar y yo primeros, y rápidamente nos comímos un par de bolas de fuego que nos dejaron en la cola de la carrera y con escasas posibilidades de remontada, dejándole a Neiban casi un camino de rosas, aunque justo en la meta estuvo a punto de morir achicharrado por una bolita de Cristóbal. No obstante, en esta ocasión los dados se aliaron con él y le permitieron sobrevivir y cruzar la meta en primera posición.
Al acabar la carrera, recuperamos energía gracias a unos buenos bocatas, y nos dispusimos a jugar al Origo, pero Snagar no terminaba de controlar las reglas, por lo que pasamos y nos dedicamos al Palazzo. Y fué aquí cuando se produjo el gran Palazo de la noche, cuando Neiban casi al final de la partida se dispuso a comprar las fichas que prácticamente le daban la victoria. Sin embargo al revés que en los Dragones, esta vez la suerte se puso de mi parte, slaiendo las dos últimas fichas de fin de partida e impidiendo que Neiban comprase un mojón ;P
Yo llevaba un rato avisando de que el juego se acababa repentinamente, pero aún así el Palazo fue realmente doloroso (para Neiban, porque para el resto la verdad es que resultó realmente divertido xDDD)
Para desquitarnos, nos pusimos con el Roborally, que la semana pasada había sido realmente descojonante. Sin embargo esta partida la verdad es que dejó mucho que desear. No se si sería culpa del circuito, pero estuvimos todo el rato bastante desperdigados y sin muchos daños, pero con las cartas que nos salían no teníamos huevos de tocar las putas banderitas ;(
A pesar de todo, tuvo un momento bastante cachondo cuando por fin conseguimos acercarnos todos a la primera bandera y se formó una buena pelotera de empujones y láseres agujereándote el cerete ;D Al final, tras 3 o 4 turnos de movernos inútilmente, dejamos la partida antes de terminar, pero dimos por ganador a Cristóbal, que era el que estaba más cerca de tocar la 2ª y última bandera.
En fin, que fue un coñazo de partida, y para desquitarnos y no volver a explicar reglas, echamos otro TransAmerica, que nos dejó muy buenos momentos. Por ejemplo, demostramos que no nos gusta marginar a los novatos, como en este caso:
Obviamente, ese azul autista era el pirulo de Cirstóbal ;D La primera partida la ganamos Snagar y yo, ya que el juego no tiene modo de desempatar. En la segunda, Snagar volvió a pegarnos un baño a todos y ganó en solitario.
No obstante, esa paliza fue porque yo me descuide un poco construyendo mi particular Stairway to Heaven ;D
Y después de todo esto, decidimos decirnos adios amigos y matarnos unos cuantos pistoleros antes de largarnos ;P Eran ya las 3 y pico de la mañana y estábamos medio dormidos, pero los desperados mexicanos consiguieron despertarnos a todos y hacer que nos fuésemos con un muy buen sabor de boca. Gran filler, la verdad.
Y esta vez si que nos dijimos de verdad adios amigos y tiramos cada uno para nuestro lado. La próxima, ni idea. Atentos a sus pantallas si no quieren perdérsela!!
Saludoos.
El Palazzo me parece un señor juego infravalorado de Knizia. Sencillito y jugoso. El transamerica me parecio totalmente insulso lap rimera vez, pero cada dia me gusta mas :D
ResponderEliminarEl Palazzo a mi me ha gustado bastante. Por desgracia al amigo Neiban seguro que no le quedarán muchas ganas de jugarlo (esas crucificaciones de juegos...)
ResponderEliminarEl Transamerica nos está gustando mucho a pesar de lo sencillito que es :D
Un saludo compañero.