Quedamos a las 20:00, y para esa hora sólo estábamos allí Santi, Neiban y yo, por lo que mientras esperábamos, como no, sacamos el China, que desde que entró en mi colección se ha convertido en uno de los juegos más fructíferos. Hasta la fecha, se ha jugado todas las veces que he quedado con intenciones jueguiles.
La partida se desarrolló como siempre, con los tres jugadores muy ajustados de puntos. Sin embargo Neiban y yo nos puteamos un poco entre nosotros, lo que le dejó terreno libre a Santi para hacerse con una jugosa embajada. Y no sólo eso, sino que al tiempo que formaba la suya me jodía la mía, dejando a 4 de mis embajadores sin un sólo punto. En cuanto a los caminitos, todos íbamos más o menos bine, con uno cada uno.
Llegando al final, Santi consiguió enlazar también un caminito de 7 casas seguidas, lo cuál le supuso otros tantos puntos, mientras que Neiban y yo seguíamos haciéndonos la puñeta el uno al otro. Al final la cosa quedó más o menos justilla, con Santi en 44 puntos, Neiban en 38 y yo en 37. Buena racha de Santi con este juego: dos partidas, dos victorias.
Después de esto, nos pusimos con las cuádrigas, para segir probando las posibilidades de las nuevas pistas. Jugamos una carrera en la pista "A". Salí yo primero y aguante la posición hasta prácticamente la mitad de la 3ª vuelta. Intente que Santi me pasara en un par de ocasiones, pero no se decidía a adelantar, por lo que me cargue de seises irremediablemente. Finalmente Santi me bloqueó, seguido de Neiban, lo cuál me dejó último. Sin embargo en la última curva Neiban tuvo que frenar debido a la mala mano que tenía, y yo con mis seises conseguí entrar 3º en meta.La segunda carrera la jugamos hasta la mitad, pero en ese momento llegaron las pizzas y no pudimos esperar a terminar la partida. Acabamos con la comida rapidito, pero aún así a Santi le había dado la hora de irse y salió escopetado, arrastrando a Lucas con él. Obviamente, no terminamos las cuádrigas.
Nos quedamos dos pues, por lo que yo aproveche para sacar a la mesa el Louis XIV, al que estaba frito por jugar de nuevo. Le explique las reglas a Neiban largo y tendido (al tiempo que yo mismo las repasaba) para que lo tuvieramos todo claro y no metiésemos ningún gambazo. Empezó el juego y en la primera ronda se le notó que no está expresamente pensado para dos jugadores, ya que prácticamente cada cuál hizo su juego sin preocuparse mucho del otro, salvo alguna excepción. Y poco nos falto para cagarla, ya que en la primera ronda casi se nos olvida darle la vuelta a los cartones de personaje una vez habían pagado las rentas.
La segunda ronda ya tuvo más puteo, ya que al darle la vuleta, los personajes sólo otorgaban la renta al jugador con más influencia, mientras que en la ronda anterior se les podía sobornar. Neiban aprovechó bien que movía último para debilitar mis influencias sobre el general Turenne por ejemplo, cuyas victorias militares me habrían otorgado dos blasones (equivalentes a puntos de victoria) Así, al tercer turno llegamos muy justitos en el marcador y con muchas ganas de putearnos. Aquí ya cada cuál tenía claros sus objetivos, pero que camino seguir para conseguirlo no era tarea fácil de elegir. La verdad que fue un turno bastante interesante, donde los sobornos jugaron un papel fundamental.
Y la cuarta ronda fue sublime. Aunque en las otras dos se había notado la falta de más jugadores, en esta no fue así. Las estrategias a seguir eran muchas, y todos los personajes tenían su utilidad. Cualquiera de las cartas que teníamos en la mano podría ayudarnos de varias maneras, pero siempre dependiendo de la jugada del contrario. La tensión en la corte del Rey Sol era más que palpable en el sotano de Neiban.
Una a una fuimos jugando nuestras cartas, pensando la jugada detenidamente, ya que era posible hacer cosas muy interesantes, en plan "Colbert me da dinero con el que luego sobornar a Louise de la Valiere y llevarme una Corona con la que completar una misión". Jugadas como esa había muchas posibles, por lo que nos lo pensamos bastante antes de jugar.
Esta vez fui yo el que aprovecho que movía el último, y conseguí anular parcialmente la última jugada de Neiban, que había sido magistral. También fue importante la conspiración que promoví en el recuento de influencias sobre Colbert, impidiendo que Neiban se llevase unas monedas extra (que le habría dado dos puntos de victoria extra)
Al final, la partida quedo muy pero que muy ajustada, quedando empatados a 34 con el recuento de misiones y blasones obtenidos durante el juego. Sin embargo, me llevé yo la victoria gracias a que tenía más blasones, los cuáles me dieron 4 puntos extra, mientras que Neiban sólo sacaba un punto extra de ellos. Así, el resultado final fue de 38-35 a mi favor.No se si se habrá notado en la reseña, pero a mi el juego me encanta, y a Neiban también le gustó muchísimo. A pesar de que es largo de explicar, sus mecánicas son sencillas y elegantes, y las posibilidades que ofrece son realmente elevadas. La única pega son las cartas en alemán, pero con una hoja de ayuda se puede arreglar fáiclmente. Además, el juego es precioso y su caja es bastante funcional, lo cuál es de tener en cuenta. Si a eso le sumas que lo puedes conseguir por 16,95 en tienda online, yo no dudaría ni un instante en añadirlo a mi colección si no lo tuviera.
Si queréis saber más sobre este juego, en este mismo blog hay una reseña donde podréis haceros una idea del funcionamiento del mismo:
http://misfreakijuegos.blogspot.com/2008/09/resea-louis-xiv.html
La próxima quedada aún no tiene fecha ni hora, aunque como siempre el miércoles es la opción más probable. Además, para la semana que viene tendremos seguros un par de juegos nuevos para catar, así que ya sabéis ;)
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