Ad Astra: Hacia las estrellas

Ad Astra es un juego de civilizaciones galácticas, en el que cada jugador tendrá que hacer todo lo posible por explorar nuevos planeta, explotar sus recursos, terraformarlos y fundar nuevos asentamientos. Todo ello, de cara a convertirse en la civilización más próspera de todas.

- Jugadores: 3-5.
- Duración: 60-90 minutos
- Complejidad: Media.
- Dependencia del Idioma: Baja. Sólo hojas de ayuda.
- Redacción de las Reglas: Muy Buena.
- Precio en tienda física: 50 euros.
- Diseñadores: Bruno Faidutti y Serge Laget.


Introducción

La verdad, jamás pense que me vería reseñando un juego de Faidutti, uno de mis diseñadores más odiados. Sin embargo, aquí estamos, listos para empezar a hablaros de Ad Astra, el último juego en llegar a mi colección, que tras probar concienzudamente esta semana, nos ha dejado unas magníficas impresiones.

Ad Astra es un juego de exploración espacial. Y digo exploración y no conquista, porque con total seguridad, Gandhi era más violento que una partida de Ad Astra. ¿Te gusta destrozar los asentamientos rivales? ¿Flipas atacando naves en llamas más allá de Orion? Entonces, ten claro que este NO es tu juego. Explora, coloniza y terraforma cuanto quieras, pero atacar lo que se dice atacar, no es una opción contemplada en las reglas del juego. Avisado esto, procedemos con la reseña.

Componentes

La superficie de juego se compone de dos partes:

A) Un pequeño tablero para planificar los movimientos y llevar la cuenta de los puntos.

B) Un montón de planetas que se disponen sobre la mesa formando sistemas solares, y que será realmente donde se desarrollé el juego.

Por otro lado, tenemos un montón de cartas: recursos (6 tipos diferentes), planificación (11 para cada jugador) y artefactos alienígenas (11 cartas en total):

Y por último, tenemos unas cuantas minis, de factura más bien cutre y con un nivel de detalle bastante pésimo. Eso sí, al menos tienen el detalle de incluir piezas de repuesto para todo, lo cuál es de agradecer

Como podéis observar, de factura especialmente sórdida son las naves espaciales, de un grosor mínimo, y que como a veces se colocan en el "espacio profundo" (a.k.a. en medio de la mesa), son difíciles de ver

También tenemos unas hojas de ayuda para cada jugador, que podían haberse personalizado un poco para cada facción, la verdad.

Todo esto viene en una caja cuadrada tamaño Catan, en la que te obsequian con un montón de aire.

Como podéis ver, el apartado gráfico es bastante correcto. Las ilustraciones son bonitas, y cada una de las cinco facciones esta representada por una ilustración diferente, lo cuál ayuda un poco a ambientar.

Mecánica

Las reglas del juego pueden descargarse fácilmente en la web de Edge, así que no profundizaré en ellas más de lo necesario.

A pesar de que el reglamento está muy bien estructurado, Ad Astra puede ser un poco complejo de explicar, pero realmente las mecánicas son muy sencillas, y en un par de turnos se le ha cogido el truco. El turno consta de 2 fases: A)Planificación y B)Resolución

Cada jugador cuenta con 11 cartas de planificación con acciones diferentes (Mover, Construir, Producir Recursos, Comerciar y Puntuar) En la primera fase, cada uno jugará de forma alternativa 1 de sus cartas boca abajo sobre el tablero de planificación (algo así como en Caballeros Guerreros), hasta que haya 1 carta en cada espacio (a 3 y 4 jugadores, se usan los espacios del 1 al 12; para 5 jugadores, se usan todos)

Durante la fase de resolución, se resuelven las cartas de acción por orden pero ojo, las acciones son realizadas por todos los jugadores independientemente de quien hubiera jugado la carta (de forma similar al Puerto Rico) Por ejemplo, si juegas una carta de producir energía, todos los jugadores producirán energía; si Pepito juega una carta de movimiento, todos los jugadores podrán mover una de sus naves. Así, tienes que estar atento a como va el resto de jugadores, para hacer la sanguijuela y aprovecharte al máximo las cartas que puedan jugar. Cabe destacar que puedes jugar tu carta sobre cualquier espacio del tablero; no tienes que ponerla necesariamente en el primer espacio libre (por ejemplo, el primer jugador coloca en el 12, el segundo en el 1, el tercero en el 6...)

El juego termina cuando se han explorado todos los planetas o cuando un jugador sobrepasa los 50 puntos. Hay seis tipos de puntuaciones diferentes: Colonias, Naves, Terraformación, Sistemas, Recursos iguales y Recursos diferentes. Cada carta de puntuación tiene 2 de estos elementos; al resolverse, el dueño de la carta debe elegir uno, que se puntua inmediatamente. El jugador con más puntos, obtiene 3 puntos extra (en caso de empate, nadie obtiene el bonificador), por lo que conviene especializarse en algún elemento, a fin de tener la mayoría y llevarse el +3 de vez en cuando.

Sin embargo, un jugador no recupera sus cartas de puntuación hasta haber usado las 3. Eso quiere decir que seguramente tendrás que puntuar en algún elemento que le acabe dando más puntos a otro jugador que a tí, por lo que hay que calcular con cuidado el mejor momento para jugar cada carta, buscando que los otros jugadores empaten y ninguno se lleve el +3.

Conclusiones

Básicamente, a prácticamente todos los que hemos jugado nos ha parecido un Catan avanzado, con pequeños elementos de Puerto Rico/Race for the Galaxy: construyes colonias y fábricas/pueblos y ciudades en diferentes planetas/encrucijadas, que te proporcionan diferentes recursos (1 recurso la colonia, 2 la fábrica), y que utilizas para seguir construyendo más edificios. Eso sí, sin el azar de los dichosos daditos.

¿Ad Catan? ¿Astracan?

El juego nos ha gustado mucho (obviamente no escribo este ladrillo de un juego que no me gusta ;P). Como decía, la mecánica es muy sencilla, pero no por ello falta de profundidad. Al principio da la sensación de ser un caos absoluto, pero tras un par de rondas empiezas a comprender el funcionamiento y a jugar con las cartas de los demás. Por ejemplo, si quieres moverte pero no es una prioridad, lo mejor es esperar a aprovecharte de la carta de movimiento de otro. Por otro lado, también tienes que observar un poco al resto antes de actuar, al igual que en el Puerto Rico. Si tu produces 1 Mineral y otro jugador produce 5, no deberías ser tú el que use la carta de producir minerales.

En cuanto a rejugabilidad, en mi opinión es bastante alta. Las 5 facciones traen cartas diferentes, el tablero es modular, y me parece uno de esos juegos en los que siempre hay que saber aprovecharse de las circunstancias. Así, dependiendo de la partida, unas estrategias serán mejores y otras peores.

Por otro lado, como decía al principio de la reseña, no es posible meterle candela fina a las colonias de los rivales, lo cuál puede ser un inconveniente. A mí la verdad que no me lo parece, y en ningún momento de las 3 partidas que llevo he echado en falta poder repartir tortas.

Después de la segunda partida, creímos haber localizado una pequeña desventaja para el jugador gris, debido a sus cartas de producción, pero después de jugar la tercera partida con él y arrasar, no creo que exista dicha desventaja para los grises, a los que veo con tantas opciones de ganar como a los demás (aunque no los dejen repartir palos en la Universidad)

Como pega, 50 euros me parece un precio excesivo por los componentes del juego; aunque el diseño gráfico me parece muy adecuado, la calidad de las minis es más bien mediocre, y aparte de ellas, la caja trae más aire que otra cosa; 30-35 euros creo que sería un precio más que adecuado, aunque yo la verdad que no me arrepiento de la compra (será porque me lo regalaron...)

No cabe un alfiler

Por otro lado, la caja dice 60 minutos por partida, pero veo imposible jugarlo en menos de 75/90 minutos. No es que me importe demasiado, pero nunca me ha gustado que me tomen el pelo ;P

Resumiendo: En estos momentos, Ad Astra me parece un gran juego, y después de 3 partidas en una semana, sigo con ganas de jugar. No aporta nada nuevo, pero conjuga muy bien diferentes mecánicas, y es me parece un juego muy divertido, que puede gustar por igual a los más jugones y a los iniciados que acaban de salir del Catan.

Como puntilla final, el juego esta muy bien ambientado. Al menos yo me sentí explorador espacial en todo momento, investigando diferentes sistemas en busca de recursos y fundando asentamientos para explotarlos. La verdad es que llevaba tiempo buscando un juego de ciencia ficción relativamente sencillo, entretenido y que no se me pasase de duración; creo que con Ad Astra, por fin habemus papam!

Quizás jugando más cambie mi opinión, pero por el momento hay personas humanas a las que hago menos caso que a este juego, así que...

Puntuación final: 9/10