Caylus: una breve introducción

Bueno, en base a la partida del otro día me he decidido a hacer una guía para este juego, así que antes me toca hacer una breve reseña ;)

Caylus es un juego de William Attia, de 2 a 5 jugadores que suele durar cerca de 2 horas. Funciona bien sobre todo con 3 y 4 jugadores. A mi parecer, con 2 también es una maravilla, pero con 5 se hace un poco caótico y poco predecible. En este juego seremos maestros constructores de la corte del monarca francés Felipe IV, el cuál nos ha encargado la construcción de un nuevo castillo en la pequeña villa de Caylus. El objetivo del juego es conseguir el máximo número de puntos posible, y para conseguirlo hay muchas formas.

La mecánica del juego es sencilla, ya que se resume a colocar trabajadores en los diferentes edificios. Sin embargo, la gran cantidad de edificios que hay, unido a los favores reales y el puñetero preboste, hacen que el juego sea muy sesudo y difícil de jugar bien. Sin duda alguna es el más denso de mi colección, pero a la vez el más estratégico y con más posibilidades, y por ello el mejor de todos los que hay en mi haber :D

Los componentes del juego, para que engañarnos, son feos. El diseño del tablero y los edificios no son para nada llamativos. Ahora bien, son funcionales como ellos sólos. El juego en lugar de texto, lo indica todo mediante símbolos, que si bien durante los primeros 10 minutos pueden ser liosos, tras ello son muy claritos y permiten identificar fácilmente la función de cada zona del tablero. El único defecto en este sentido es que me parece que las monedas son escasas. En partidas de 4 o 5 jugadores en alguna ocasión hay que estar cambiando monedas de 1 por monedas de 5 cada dos por tres, y es un poco coñazo. Por otra parte, si hay que reconocer que la calidad de los componentes es excelente.

El montaje del juego es bastante rápido, limitándose a separar las piezas de colores de cada jugador (discos, cilindros y casitas), los recursos (comida, madera, piedra, tela y oro) y los edificios (de madera, de piedra, de residencia y de prestigio) Los marcadores de cada jugador (discos) se sitúan en el track de puntuación, los favores reales, el orden del turno y el orden de pase. Por último, hay 6 edificios de color rosa que comienzan directamente en juego, en las 6 primeras casillas. Para aumentar la rejugabilidad, estos edificios se colocan al azar en esas casillas. Cada jugador comenzará con dos cubos de comida (pollo o panteras rosas comunmente denominadas) y uno de madera, además de un núemro de monedas determinado por el orden de juego.

La mecánica del turno, extremadamente sencilla. Comenzando por el jugador inicial, se van colocando obreros en los edificios (pagando normalmente 1 moneda por obrero colocado) Si el edificio pertenece a otro jugador, al colocar un obrero tuyo en él, le das un punto. Esto es interesante ya que si consigues hacerte con el monopolio de algún recurso, te asegurarás puntos al colocarse el resto en tu edificio. Una vez todos los jugadores hayan pasado, se activan los edificios.

En primer lugar se activan los edificios fijos (impresos sobre el tablero, y que no varian en ninguna partida) Tras ello, se activa el puente, que mueve al preboste. Esta fichita es muy cojonera, ya que sólo serán activados los edificios que queden detrás del preboste (es decir, qe si tienes algún obrero colocado en un edificio delante del preboste, te jodes como Herodes) Tras el preboste comienzan a activarse los edificios normales, siguiendo el orden en que se encuentran situados en el camino. Mucho cuidado hay que tener con calcular bien cuando se activará cada edificio.

Por último se activa el Castillo, la principal fuente de puntos de victoria. Según en que fase nos encontremos, cada parte del castillo construída proporciona 5, 4 o 3 puntos. Además, el jugador que construya más casa en el castillo en este turno, se llevará un favor real (unos beneficios extra que no voy a explicar en esta reseña, pero cuyo buen manejo es imprescindible para tener posibilidades de victoria)

Y así, muy brevemente, sigue todo el juego. Según los edificios que se construyan, las partidas pueden ser muy diferentes, habiendo algunas en que los edificios azules no se construyen, mientras que en otra se están construyendo con relativa rapidez. Vaya, que el juego tiene una rejugabilidad muy elevada.

No obstante, el juego tiene algunos inconvenientes, que son los que me han motivado a hacer esta reseña (y la guía de juego que haré cuando pasen los exámenes xD). En primer lugar, no es un juego en el que improvisando te salgan bien las cosas. Tienes que saber en todo momento lo que haces y planificar tus acciones con antelación, calculando posibles variables para salir bien parado. Es por tanto un juego sesudo, que no a todo el mundo le gustará.

Esto deriva a que obviamente los jugadores con más experiencia tendrán ventaja sobre el resto, pero esto es algo que DEBE pasar en todo buen juego. Y para adquirir experiencia, lo único que se puede hacer es jugar, cuanto más mejor. Así que ya sabéis, la semana que viene nos echamos otro Caylus y santas pascuas :D