
El tablero representa el territorio dominado por Roma en torno al año 56 a.C. (con algunas licencias, como Egipto, pero se dejan pasar) Cada jugador empieza con 5 provincias controladas. Estas pueden ser políticas, militares o mixtas, permitiéndonos llevar a cabo acciones diferente cuando el general termina el turno en ellas. La victoria puede alcanzarse mediante la dominación militar (controlando 9 de las 15 provincias); mediante el control político (consiguiendo ser nombrado cónsul en dos ocasiones); o expandiendo hasta el límite nuestras influencias y clientelas.

El juego puede durar entre hora y hora y media y es de complejidad alta. Cuesta 40 euros normalmente, pero yo lo tengo en Print&Play (tablero y 5 cartas) y utilizo los cubos y piezas de madera del Caylus.
En la partida del otro día, César (David) empezó rápidamente penetrando en los territorios hispanos controlados por Pompeyo (merced a una regla que se me olvidó aplicar) y comenzó una rápida expansión militar. Craso (Jorge) por su parte se dedicaba a llenar sus arcas y hacerse con el control del Senado, asegurándose casi por completo el consulado en el primer año de la guerra. Pompeyo (yo) por su parte iba haciendo lo que podía, también intentando luchar por el consulado, aunque en clara desventaja. Ojo, la foto no es de la partida, que no tenía la cámara:

Craso se decidió a acaparar todo el dinero posible, para evitar que Pompeyo tuviera un sólo denario disponible en su turno, esperando alargar la partida hasta el final del año, en el que sería sin duda elegido cónsul nuevamente. Esto dejo a César una posición inmejorable para marchar con la XIII desde Iliria sobre Macedonia, Acaia y Sicilia, alcanzando la victoria militar con el control de 9 provincias.
En resumen, el juego le gusto mucho a David, e incluso a Jorge, que no es devoto de los juegos complejos, y este lo es, no por las reglas, que se cojen más o menos rápido, sino por lo pendiente que hay que estar al juego de los demás para evitar que te la claven sin que te des cuenta, como casi hace David un su marcha militar sobre África. Lo que más gustó fue lo bien equilibrado que está, ya que incluso yo (Pompeyo) que estuve toda la partida renqueando, al final me plantaba con muchas posibilidades a la victoria por influencia, mientra que David se acercaba con el control militar y Jorge con el político. Fotillo de los tracks de influencias:

Como dato curioso, el juego viene con un par de páginas de ambientación, para meter en el tema a los que no lo conozcan, así como para explicar que los sucesos del juego no son reales (ya que en realidad César, Pompeyo y Craso renovaron su alianza en el año 56 en Luca, y en la posterior guerra civil del 49-45 a.C. sólo participarían César y Pompeyo, ya que Craso moriría en la batalla de Carrhae, en un intento de conquistar el imperio Partho y alcanzar la gloria militar de la que ya gozaban sus rivales)
En fin, que se trata de un juego, en mi opinión, realmente bueno, aunque hay que tener ganas de darle bien al coco. Aún así, no es para nada largo (1 hora y media echamos el otro día, con dos novatos y uno que hacía tiempo que no jugaba) y es bastante de agradecer que un juego de tortas funcione tan bien a 3 jugadores.
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